martes, 20 de julio de 2010

Consejismo y Organizacion de Base

En una sociedad de este tipo, existirán residuos del Estado en la medida en que no se produzca una inmediata, pura y simple administración de las cosas, y que todavía continúen algunas limitaciones a la libertad personal. No existe por más un Estado en la medida en que los cuerpos que ejercen el poder no sean otra cosa que las unidades productivas o las organizaciones locales de toda la población, que las instituciones que organizan la vida social no sean sino un aspecto de esta vida misma, y que lo que permanece de los cuerpos centrales esté bajo control directo y permanente de las organizaciones de base. Ese es el punto de partida.
El desarrollo social no puede sino traer una rápida reducción de los aspectos centralizadores de la organización social: las razones para ejercer limitaciones desaparecen gradualmente y se ensanchan los caminos de la libertad personal (es necesario aclarar que no nos referimos aquí a las libertades democráticas formales que una sociedad socialista aumentaría inmediata y vanamente, sino a las libertades esenciales: no solo el derecho a la vida sino el derecho de hacer con su vida lo que uno quiera)
Liberada de todos los maquiavelismos y mistificaciones que corrientemente le rodean, la política en tal sociedad no es sino la discusión colectiva y la resolución de los problemas concernientes al futuro de la sociedad, ya sean económicos, de educación o sexuales, ya traten de todo el mundo o de las relaciones internas entre grupos sociales. La estructura democrática del poder en una sociedad socialista excluye la posibilidad de un partido que este en el poder. Estas palabras no tienen sentido en el interior del marco que hemos descrito.

Paúl Cardan, Los consejos obreros y la economía en una sociedad autogestionaria.

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