lunes, 26 de octubre de 2009
Descárgalo y lee (biografía de M. Foucault)
"El alto valor que los cínicos le atribuyeron al modo de vida de una persona no significa que no hubiesen tenido interés en la filosofía teórica, sino que refleja su punto de vista de que la manera en que una persona vivía era una piedra de toque de su relación con la verdad (como vimos, también era el caso en la tradición socrática). La conclusión que sacaron de esta idea socrática, sin embargo, fue que para proclamar las verdades que ellos aceptaban, de una manera que fuese accesible a todos, pensaron que su enseñanza tenía que consistir en un muy público, visible, espectacular, provocativo y a veces escandaloso modo de vida. Los cínicos, consecuentemente, instruían por medio de ejemplos y explicaciones asociadas a ellos. Querían que sus propias vidas fuesen un blasón de verdades esenciales que servirían como una guía, o como un ejemplo a seguir por otros. Pero no hay nada en este énfasis cínico en la filosofía como una arte de vida que sea ajeno a la filosofía griega. (...) La idea cínica de que una persona no es nada más que su relación con la verdad, y que esta relación con la verdad toma la forma o se le da forma en su propia vida, eso, es completamente griego."
Coraje y verdad, en El último Foucault, Ed. Sudamericana, p 348.
Descargar Las vidas de Foucault de Taringa
martes, 20 de octubre de 2009
Biopolítica
"Vida o Muerte"
El líder cubano Fidel Castro llamó a los países del ALBA y del resto del Tercer Mundo a luchar en Copenhague por la supervivencia de la especie humana, pues "ya no es cuestión de "Patria o Muerte" sino de "Vida o Muerte". Afirmó que entre los países más desarrollados no hay voluntad política para encarar el problema del cambio climático."En Copenhague, el ALBA y los países del Tercer Mundo estarán luchando por la supervivencia de la especie", dice Castro en un artículo publicado esta jornada en la prensa local, y agrega "ya no es cuestión de "Patria o Muerte"; realmente y sin exageración, es una cuestión de "Vida o Muerte" para la especie humana".
"Patria o Muerte" es la consigna utilizada por la revolución cubana y por el propio Castro desde hace décadas.
Indicó que la reciente cumbre de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), celebrada en Bolivia, "constituyó un gran éxito" y demostró "cuanto puede hacerse en apenas cinco años de cooperación pacífica".
Contrastó que mientras los países del ALBA se plantearon "con gran fuerza" el problema del cambio climático, entre los países más desarrollados no hay voluntad política para encarar el problema.
"El sistema capitalista no solo nos oprime y saquea. Los países industrializados más ricos desean imponer al resto del mundo el peso principal de la lucha contra el cambio climático. ¿A quién van a engañar con eso?", concluyó.
lunes, 19 de octubre de 2009
Ontología insurrecta: Composición y lucha.
Toni Negri.
domingo, 18 de octubre de 2009
Dejame que te explique (J. Ranciére)
Prefacio a la edición brasileña de Le maître ignorant, de Jacques Rancière
Jacques Rancière, mayo de 2002
¿Tiene algún sentido proponerle al lector brasileño de principios del tercer milenio la historia de Joseph Jacotot; aparentemente, la de un extravagante pedagogo francés de principios del siglo XIX? ¿Tenía ya sentido proponerla quince años atrás a los ciudadanos de una Francia supuestamente enamorada, sin embargo, de todas sus antigüedades nacionales?
La historia de la pedagogía tiene por cierto sus extravagancias. Y éstas, por lo que revelan de la extrañeza misma de la relación pedagógica, han sido a menudo más instructivas que sus proposiciones razonables. Pero el caso de Joseph Jacotot es muy otro que el de un artículo más en el gran bazar de las curiosidades pedagógicas. Se trata de una voz única que, en un momento crucial de la configuración de los ideales, las prácticas y las instituciones que gobiernan nuestro presente, hizo oír una disonancia inaudita, una de esas disonancias sobre las que ya no puede construirse ninguna armonía de la institución pedagógica; una disonancia que debe por lo tanto olvidarse para continuar edificando escuelas, programas y pedagogías, pero que acaso también, en ciertos momentos, deba volver a escucharse para que el acto de enseñar nunca pierda enteramente conciencia de las paradojas que le dan sentido.
Revolucionario de
En esta perspectiva, pues, lo que debía concluir la edad de las revoluciones era la sociedad del orden progresivo: el orden idéntico a la autoridad de quienes saben sobre quienes ignoran, el orden llamado a reducir tanto como sea posible la distancia entre los primeros y los segundos. En
El maestro, que hace pasar según una progresión sensata, ajustada al nivel de las inteligencias toscas, los conocimientos que él posee al cerebro de quienes los ignoran, tal fue entonces el paradigma filosófico y el agente práctico del ingreso del pueblo a la sociedad y al orden gubernamental modernos. Este paradigma puede entrañar pedagogías más o menos rígidas o liberales. Pero ellas no afectan la lógica de conjunto del modelo: la que asigna a la enseñanza la tarea de reducir todo lo posible la desigualdad social, acortando la distancia entre los ignorantes y el saber. Y éste es el punto en que Jacotot hizo oír, para su tiempo y para el nuestro, una nota absolutamente disonante.
Jacotot hace la siguiente advertencia: la distancia que pretenden reducir
No es aquí una cuestión de método, en el sentido de formas particulares de aprendizaje, es propiamente una cuestión de filosofía: se trata de saber si el acto mismo de recibir la palabra del maestro –la palabra del otro– es una prueba de igualdad o de desigualdad. Es una cuestión de política: se trata de saber si un sistema de enseñanza tiene por presuposición una desigualdad que debe “reducirse” o una igualdad que debe verificarse. Tal es la razón por la que el discurso de Jacotot es de máxima actualidad. Si he considerado pertinente hacer que se lo vuelva a escuchar en
Por lo cual había de suscitar rápidamente un efecto reactivo. En Francia, la ideología llamada republicana no tardó en denunciar esos métodos amoldados a los pobres, que no pueden ser sino métodos de pobres, que desde el inicio hunden a los “dominados” en la situación de la que se pretende sacarlos. El poder de la igualdad residía para ella, contrariamente, en la universalidad de un saber igualmente distribuido a todos, sin consideraciones de origen social, dentro de una Escuela bien separada de la sociedad. Pero el saber no trae por sí mismo ninguna consecuencia igualitaria. La lógica de
Ambas, por sobre todo, están encerradas en el círculo de la sociedad pedagogizada. Ellas atribuyen a
Eso es precisamente lo que tenía en mente Jacotot: la manera en que
(Traducción del original en francés: Bernardo Capdevielle)
Rancière, Jacques: Le maître ignorant. Cinq leçons sur l’émancipation intellectuelle, París, Fayard, 1995 (1ª edición, 1987). Edición brasileña: O mestre ignorante. Cinco lições sobre a emancipação intelectual (traducción al portugués: Lílian do Valle), Belo Horizonte, Autêntica, 2002.