martes, 6 de abril de 2010

El mundo es profundo, más profundo de lo que ha pensado el día.



Carpe diem
Milenarismo del instánte
detener la historia para agarrar al tiempo de un pié
y devorarlo
es una ingeniudad
nirvana elemental
sabiduría
Marcos decía: "No puedo saber nada de budismo mientras leo a Nietzsche"
claro, incandecente voluntad,
y eso que a Fede el Budismo
le simpatizaba bastante,
atávica y frágil inmanencia.
Para él, como para tantos otros, tras la agitación de las cosas y los hombres
no había más nada (excepto acaso)
la imagen que viaja eterna,
el niño que hace figuras en la arena,
con la inocencia implacable del animal,
el sádico o el guerrero mercenario.
Pero la concentración del alquimista no puede inventar nada
en la soledad de las montañas,
el dulce llanto de la enfermedad y la música
es, tarde o temprano, un paseo cuesta abajo hacia los pueblos y los valles.

El video es el poema final de Zaratustra musicalizado por Mahler.

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